RADIÓNICA Sonia
Torres Thibaut
El cuerpo humano irradia
y emite constantemente calor: ioniza el aire.
Esta exteriorización está
sobre todo focalizada en las puntas de los dedos, en la mirada, en el aliento
y
en el pensamiento, y se le ha dado el
nombre de magnetismo (magnetismo vital,
magnetismo animal, personal, humano…).
El magnetismo influye en
todo ser animado, pero también en el inanimado, en presencia y a distancia.
Todo, absolutamente todo, vibra. Vivimos
inmersos en un mundo de vibraciones, desde las más violentas
y explícitas,
tales como los sonidos, propagándose a través de
la vibración del aire, pasando por todo
el espectro de las ondas de radio y
finalizando con las vibraciones más sutiles.
Todo el mundo irradia, por
lo tanto, todo tiene magnetismo. Pero el hombre no es sólo el único
generador de
magnetismo; existe magnetismo en los minerales,
vegetales, animales, en las corrientes eléctricas,
en los imanes, en los
colores, en las formas, en la naturaleza, en los objetos (cuadros, esculturas,
libros,
adornos, joyas, pedrerías…)
La Radiónica se basa en
el magnetismo de las ONDAS DE FORMA, que
es la emanación de cualquier
objeto que posea
dos o tres dimensiones. Esta emanación puede ser armónica, desequilibrada o
neutra.
La Radiónica es la
ciencia que estudia y utiliza las características de las formas, sus
emanaciones
y modos de propagación en el tiempo y el espacio, principalmente en
los campos de salud.
La Radiónica es un método
de diagnóstico y tratamiento que ayuda a
que podamos determinar las causas
de las enfermedades o problemas dentro de un sistema,
ya sea humano, animal, planta o el suelo mismo,
y también permite eliminar o disminuir el desequilibrio.
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