RADIESTESIA Sonia
Torres Thibaut
La Radiestesia se deriva del latín "radius"(rayo) y
del griego "Aisthesis" (sensación).
Fue
el abad Bouly (1865-1958), eminente zahorí, el que creó este término
uniendo los dos conceptos mencionados.
El ser humano siempre ha sido
receptivo a lo que le rodea. El hombre es un receptor, pero también un emisor.
La vida es un incesante intercambio, desde nuestra respiración, hasta los
latidos del corazón…
La Radiestesia consiste en recibir y transmitir, gracias a un péndulo, biotensor o varillas radiestésica,
las vibraciones de
estímulos y las radiaciones emitidas por las cosas, personas, animales,
terrenos,
que son percibidas por nosotros.
Todo ser humano es un radar viviente, nuestro
cerebro capta todo lo que nos rodea,
todos somos como una gran antena que capta
esas radiaciones y podemos percibirlas,
pero
a veces podemos ayudarnos de amplificadores como
los péndulos o las varillas.
La radiestesia
estudia los campos de fuerza o energía que irradian los objetos, las
personas, animales,
terrenos… Es la parte de la
Radiónica que detecta a distancia y a través de un instrumento,
las radiaciones
emitidas por cualquier cuerpo o forma de energía. También es llamada
rabdomancia.
“La radiestesia requiere una
disciplina y una conducta ética
correcta. La superficialidad
no puede, ni debe
trabajar con péndulos ni varillas. La
conciencia serena, en la quietud
y el silencio mental, si puede...”
Gracias al trabajo radiestésico se puede averiguar, sin la presencia del paciente,
lo que necesita para su ayuda personal, profundizando en un amplio campo de la medicina natural
con la ayuda complementaria de esencias (Bach,
Orquídeas, Setas, Gemas….), aromaterapia,
trabajos personales, cristaloterapia,
correcciones de kinesiología, etc…
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